Teoría celular

“Omnis cellula e cellula”: Todas las células provienen de otras células pre-existentes. Así Rudolf Virchow completaba, en 1858, la teoría celular. Posteriormente, en 1860, Pasteur amplía el aforismo señalando: “Omne vivum e vivo” (todo lo vivo proviene de lo vivo) y refuta definitivamente la idea de la generación espontánea. Al respecto, hoy sabemos que todos los organismos vivos utilizan la división celular, como mecanismo de reproducción, mecanismo de desarrollo, formación de órganos, reparación de tejidos y crecimiento del individuo.

Los organismos unicelulares utilizan la división celular para la reproducción y perpetuación de la especie, una célula se divide en dos células hijas genéticamente idénticas entre sí e iguales a la original (progenitora), manteniendo el número cromosómico y la identidad genética de la especie. En cambio, en los organismos pluricelulares la división celular se convierte en un proceso cíclico destinado a la producción de múltiples células, todas idénticas entre sí, pero que posteriormente pueden derivar en una especialización y diferenciación dentro del individuo. Lo anterior permite la formación de distintos tejidos, órganos y sistemas. Es así como en los seres humamos podemos encontrar unas 1014 células, todas originadas por divisiones sucesivas de una célula progenitora, el cigoto, todas genéticamente iguales, pero diferentes en morfología y función.

La característica que mejor distingue a los organismos vivos de la materia no viva es:

  • La capacidad de reproducirse.
  • Esta única capacidad de procrear, como todas las funciones biológicas, tiene una base celular

¿Sabías que…?

Las células diferenciadas de algunos tejidos, por ejemplo, las neuronas del sistema nervioso, no pueden experimentar división celular in vivo (poblaciones celulares estáticas o terminalmente diferenciadas); en el otro extremo se sitúan las poblaciones celulares regenerantes, como las células del epitelio intestinal o de la epidermis, que sufren continuos ciclos de división celular durante toda la vida del organismo. En medio, hay otras células, por ejemplo, los hepatocitos (células del hígado), que no suelen experimentar división celular, pero que mantienen la capacidad de llevarla a cabo cuando surge la necesidad (poblaciones celulares estables o proliferantes facultativas).

El axioma de Rudolf Virchow, lleva implícito el concepto de división celular. Esto significa que, una vez terminado su desarrollo, toda célula tiene dos posibilidades: dividirse hasta alcanzar un cierto tamaño o, por el contrario, diferenciarse o morir si ha perdido la capacidad de división. En el primer caso se habla de ciclo celular para describir el proceso que se inicia al término de una división celular y acaba con el final de la siguiente división, en la que se habrán formado dos nuevas células. Dicho de otro modo, el ciclo celular es la serie de eventos que transcurren desde que una célula se forma por división de una preexistente hasta que se divide y da origen a dos células hijas.