Resistencia bacteriana frente a antimicrobianos

El descubrimiento de la penicilina por Alexander Fleming, hace algo más de 70 años, supuso una revolución en el tratamiento de las enfermedades infecciosas que ha llevado a salvar millones de vidas. A lo largo de estos años se han incorporado al arsenal terapéutico alrededor de doscientos compuestos antibióticos, lo que aparentemente nos hacía presuponer que las bacterias patógenas terminarían siendo derrotadas en todos los frentes. Pues bien, la situación hoy no es tan optimista, muchos de esos antibióticos ya son inútiles, cada vez la resistencia bacteriana a distintos antibióticos está más extendida y enfermedades como la tuberculosis o la meningitis, no se curan tan fácilmente. La resistencia a los antibióticos representa uno de los principales problemas de la población en lo referente a Salud Pública y a la práctica clínica. Esto es debido al incesante incremento en el uso de antibióticos durante los últimos 50 años y de su mal uso ya sea por automedicación o que siendo medicados no se cumple con la totalidad de la dosis prescrita. En ambos casos lleva a la selección de cepas bacterianas resistentes a aquellos antibióticos, las cuales se han propagado de forma abrumadora.

La selección de microorganismos resistentes puede ocurrir durante o después de tratamientos con antimicrobianos, los residuos de antibióticos pueden establecerse en el ambiente durante periodos de tiempo considerables, posterior al tratamiento. De forma paralela al uso de los antibióticos, se presenta el empleo de otros agentes que se proponen para eliminar bacterias, como es el uso de bactericidas ahora disponibles en algunos productos domésticos. Estos últimos también tienen la capacidad de permanecer en el ambiente, participando en la dinámica de la ecología microbiana, en lo referente a resistencia contra la susceptibilidad bacteriana y en la supervivencia de diversos grupos de microorganismos.

La alarma se está haciendo cada vez más generalizada, sobre todo desde que se han aislado varias cepas de Staphylococcus aureus resistentes a vancomicina, en hospitales de distintos lugares del planeta. Esta bacteria es el agente de múltiples infecciones intra-hospitalarias (nosocomiales), con frecuencias graves, y el aislamiento de cepas de S. aureus resistentes a todos los antibióticos salvo la vancomicina, una de las últimas líneas de defensa.

Algunas enfermedades que habían desaparecido del mundo civilizado han resurgido de nuevo, particularmente la tuberculosis. Un informe de la Organización Mundial de la Salud, realizado en 1997, ha revelado que en un tercio de los 35 países investigados, los nuevos casos de tuberculosis mostraron resistencia a los fármacos hasta en un 14%.