Prefiera carnes como pescado, pavo y pollo

Los alimentos de origen animal de cualquier tipo aportan proteínas y los aminoácidos esenciales necesarios para el desarrollo y crecimiento del individuo. Estas forman, mantienen, reparan tejidos y ayudan en las funciones inmunológicas del organismo, son utilizadas principalmente para construir moléculas (como receptores, transportadores, hormonas).

Si los aminoácidos esenciales no están, la síntesis de proteínas propias se detendría y, al mismo tiempo, se produciría un balance negativo de nitrógeno (pérdidas de nitrógeno); si no puede completarse la proteína por falta de aminoácidos esenciales, se sacan los grupos amino (desaminación) y se combustionan los esqueletos carbonados del aminoácido y, por lo tanto, la proteína nunca termina de sintetizarse. El punto es que los aminoácidos esenciales son escasos en los alimentos, y el individuo debe conseguir todos los aminoácidos esenciales al mismo tiempo y esto pone de manifiesto la importancia de consumir una dieta lo mas heterogénea posible. Por ejemplo, la leche que tiene una proteína de buena calidad le falta triptófano y leucina y las lentejas carecen de lisina, tres ejemplos de aminoácidos esenciales.

Las carnes en general y especialmente las vísceras son los principales aportadores de hierro, son una fuente importante de grasas saturadas y colesterol. Las que aportan una mayor cantidad de grasa saturada y colesterol son: vacuno, cerdo y cordero así como también vísceras y yema de huevo. Se recomienda preferir carnes con menor contenido de grasa; pescado, pavo, pollo y disminuir la ingesta de carnes procesadas como salchichas y embutidos dado que presentan un mayor contenido de grasa.