Planificación Familiar

En la naturaleza observamos diversos comportamientos animales, la mayoría de estos comportamientos son repetidos en la especie humana: comer, asociarse en grupos e incluso organizar trabajos comunitarios; de tal forma que no es raro observar también ritos sexuales y reproductivos, la única diferencia es que en la naturaleza estos ritos se limitan a períodos en que las hembras son fértiles y receptivas a individuos machos de su especie. Por lo tanto a diferencia de las hembras de individuos animales comunes, la hembra humana puede estar receptiva a relacionarse sexualmente durante todo el tiempo, incluyendo los períodos fértiles obviamente.

Así que esta diferencia entre relaciones sexuales y reproducción es la base del planteamiento afectivo y emocional y del establecimiento de parejas estables y fomentadas sobre el afecto. Es por eso que la unión en parejas se trata de un continuo, que no se limita al periodo de ovulación de la hembra, sino que las relaciones sexuales son un aspecto preponderante entre las parejas, y no necesariamente se pretenderá procrear cada vez que se mantenga una relación sexual.

Por lo tanto es importante considerar toda la inmensa gama de dispositivos anticonceptivos de que disponemos en la actualidad. No podemos dejar de mencionar que por la ausencia o muy poca información en la prevención de los embarazos no deseados en países muy pobres, se han desarrollados planes en los que se priva a los matrimonios de poder engendrar hijos, es el caso de China y otros países superpoblados.

Así, entonces, podemos determinar tres objetivos básicos para los métodos anticonceptivos

  • Control de la Natalidad.
  • Derecho y deber de la pareja a una paternidad responsable.
  • Indicación médica por patologías maternas que tengan riesgo vital.