Inmunidad Celular: mediada por linfocitos T

Para que el linfocito T cumpla su función efectora, primero deberá reconocer a su antígeno y activarse, es decir, proliferar y completar su diferenciación. Los linfocitos T provenientes del timo son linfocitos T vírgenes que incluyen a los linfocitos T colaboradores como a los linfocitos T citotóxicos o citolíticos.

¿Cómo un linfocito T reconoce a su antígeno?

En el caso de los linfocitos colaboradores (LTCD4), el reconocimiento incluye a células presentadoras de antígenos (CPA), un buen ejemplo lo constituyen los macrófagos y las células dendríticas, ambas muy abundantes en los ganglios linfáticos y el bazo. Una CPA, en este caso un macrófago, fagocita un antígeno que invade al organismo, luego lo digiere en pequeños péptidos y los une a proteínas del Complejo Mayor de Histocompatibilidad, éstas se encargan de llevarlo a la superficie del macrófago. El complejo CMH-péptido queda así expuesto extracelularmente.

¿Qué posee el linfocito T colaborador que reconoce estos péptidos antigénicos unidos a proteínas del CMH en la superficie de una CPA?

Los linfocitos T colaboradores poseen receptores específicos para reconocer estos fragmentos peptídicos antigénicos unidos a proteínas del CMH. Estos receptores son producto de la expresión de genes (o más bien una suma combinatoria de fragmentos de ellos), que hace a estos receptores ESPECÍFICOS para estos péptidos antigénicos.

¿Qué ocurre una vez que se ha reconocido el antígeno?

Los linfocitos T colaboradores comienzan una proliferación y como todos reconocen el mismo antígeno forman un clon. Por ello se dice que el antígeno seleccionó a “su” linfocito T colaborador y lo induce a una proliferación llamada selección clonal. Los linfocitos T colaboradores completan su diferenciación y se convierten en células efectoras. Los linfocitos T colaboradores, también se denominan: cooperadores o asistentes.

¿Qué papel cumple un linfocito T colaborador activado, es decir, como célula efectora?

Como se observa en la Figura 7, libera citocinas que cumplen con las siguientes funciones efectoras:

  • Activación (proliferación y diferenciación) de linfocitos T y B.
  • Activación de macrófagos para que eliminen al patógeno agresor.
  • Inflamación: para focalizar la infección.

Figura 7. Los linfocitos T colaboradores o cooperadores reconocen antígenos sobre las superficies de células accesorias (CPA) y secretan citocinas que estimulan a los diferentes componentes de la inmunidad e inducen la inflamación.

¿Y las células con memoria?

Cuando los linfocitos T son activados, no todas las células que se producen salen de los órganos linfoides secundarios sino que algunas permanecerán como células con memoria que se continúan dividiendo durante años. Si el microorganismo patógeno vuelve a invadir al organismo, estas células proliferarán rápidamente y los destruirán antes de que se manifieste la enfermedad.