Presión Sanguínea

La presión sanguínea se genera por la acción de bombeo del corazón y cambia con la frecuencia y la fuerza de contracción. La elasticidad de las paredes arteriales y la resistencia que el sistema opone al paso de la sangre son algunos de los factores que desempeñan también papeles importantes para determinar la presión sanguínea. En el siguiente esquema se resumen los elementos involucrados en un alza de la presión.

Presión Sanguínea
Esquema 1. Causas de un alza de la presión arterial.

En la aorta y en las grandes arterias, sus paredes arteriales deben soportar grandes presiones y velocidades. En los capilares, en cambio, las presiones y velocidades son bajas, lo que permite que se equilibren las concentraciones de solutos entre el plasma y el espacio intersticial. Nótese en la figura 7 y tabla 1 la gran cantidad de sangre contenida en las venas. En condiciones como el ejercicio, esta cantidad puede disminuir e incrementarse el retorno venoso.

Figura 7. Distribución de la sangre en el sistema cardiovascular

Cuando la sangre fluye a través del circuito vascular, su presión cae gradualmente como consecuencia de la amortiguación causada por el retroceso de las paredes arteriales elásticas, y por la resistencia de las arteriolas y capilares (tabla 1). La presión es más elevada en la aorta y en otras arterias sistémicas grandes, es mucho menor en las venas, y casi nula en la aurícula derecha.

Tabla 1. Volumen, presión y velocidad en los diferentes vasos sanguíneos.

Las venas, con sus paredes delgadas y sus diámetros relativamente grandes, ofrecen poca resistencia al flujo sanguíneo, haciendo posible el movimiento de retorno de la sangre al corazón, a pesar de su baja presión. Las válvulas de las venas evitan el reflujo. El regreso de la sangre al corazón (retorno venoso) es intensificado por las contracciones de músculos esqueléticos.

Circulación Coronaria

El músculo cardíaco, como cualquier otro órgano o tejido del cuerpo, necesita sangre rica en oxígeno para sobrevivir. El corazón recibe sangre por medio de su propio aparato vascular, denominado circulación coronaria que irriga los tejidos del corazón aportando nutrientes, oxígeno y, retirando los productos de degradación.

La arteria aorta se ramifica en dos vasos sanguíneos coronarios principales, la arteria coronaria derecha y la izquierda. Estas arterias coronarias se ramifican a su vez en arterias más pequeñas que suministran sangre rica en oxígeno a todo el músculo cardíaco.

La arteria coronaria derecha suministra sangre principalmente al lado derecho del corazón, que es más pequeño porque bombea sangre sólo a los pulmones.

La arteria coronaria izquierda, que se ramifica en la arteria descendente anterior izquierda y la arteria circunfleja, suministra sangre al lado izquierdo del corazón, que es mas grande y tiene paredes musculares más gruesas y bombea sangre al resto del cuerpo.

Después, éstas se dividen en una complicada red capilar en el tejido muscular cardiaco y las válvulas. La sangre procedente de la circulación capilar coronaria se reúne en diversas venas pequeñas, que después desembocan directamente en la aurícula derecha sin pasar por la vena cava.

En estado de reposo, el flujo coronario alcanza aproximadamente a 225 ml/min. (4 o 5% del gasto cardíaco total). El flujo sanguíneo es regulado en respuesta a las necesidades energéticas locales del músculo cardíaco, donde uno de los principales factores corresponde a la demanda de oxígeno.